jueves, 3 de marzo de 2016

Don Dinero

                 




               “Poderoso caballero es don Dinero” – F. de Quevedo


Silba el viento entre las ramas
de los árboles del parque
y su silbo es un lamento.

Llora por los que no ven,
llora por los que no sienten,
por los ciegos caminantes
que, dormidos y entre luces,
van camino de la fábrica,
del despacho, de la tienda
o van a buscar trabajo.
Gente que no pierde el “tiempo”
en pararse a contemplar
un hermoso amanecer
o el paisaje colorista
de los valles en otoño.

La belleza ya no cabe
en este mundo moderno
tan “progre” y globalizado.
Sólo el dinero es el amo.
¿En qué momento cambiamos
la poesía de nuestras vidas
por unas cuantas monedas?

Más que un invento, el dinero
fue un accidente fatal
pues bien demostrado está
que es un monstruo de renombre:
¡Por él han muerto más hombres
que por la peste mortal!