domingo, 21 de septiembre de 2014

¿Final de ciclo?







Vivimos en un mundo en crisis. Crisis económica, crisis social, crisis laboral, crisis de valores, crisis medioambiental...Es como si todo se estuviera desmoronando, como si todo hiciese agua y estuviéramos asistiendo al final de una etapa, al final de un ciclo.

Tras la Segunda Guerra Mundial existía una cierta esperanza de que el mundo iba a cambiar a mejor, de que las cosas no podían ir peor de lo que habían ido desde el comienzo del nefasto siglo XX. Se pensaba que el nivel de vida de las clases más necesitadas subiría de forma notable y que se acabaría con el hambre en el mundo porque la riqueza del planeta sería mejor repartida. Pero no fue así. Tanto el sistema capitalista como el sistema socialista fracasaron en esa tarea.







Se creía igualmente que el aumento del nivel cultural de los pueblos haría a los hombres más libres y también más humanos, que los haría comprometerse con los más débiles. Y tampoco fue exactamente así. Más bien creció el número de dirigentes de todo tipo que se volvieron más ambiciosos y más corruptos que antes mientras el ciudadano de a pie, en lugar de rechazarlos y pedir para ellos el merecido castigo, los tomaron como modelos de triunfadores e intentaron por todos los medios imitarlos para llegar a ser como ellos. Un arribismo desvergonzado y consentido por la mayoría fue la moda dominante.


De igual modo fracasaron las religiones en su "intento" de conseguir hacer de los hombres unos seres  más bondadosos, más humanitarios. Entre otras razones porque los dirigentes religiosos fueron los peores ejemplos a seguir, siempre al lado de los poderosos, incluidos los dictadores y los corruptos..








La contaminación a gran escala del aire y del agua del planeta a lo largo de todo el siglo XX, ha dado lugar a un calentamiento global ya más que demostrado del que empezamos a sufrir las consecuencias...


Ante todo lo anterior, se puede decir que en el pasado siglo se aceleró de forma significativa el deterioro de la vida en la Tierra en todos estos aspectos y en otros no mencionados.Pero aún siendo cierto esto, hay que reparar en que ya la humanidad pasó por eso mismo otras veces. Cada vez que un imperio era conquistado por otro, terminaba una etapa y empezaba otra. Cada vez que había un cambio climático significativo, al hombre no le quedaba más remedio que adaptarse al nuevo clima. Por tanto, no deberían asombrarnos los posibles cambios ya que estos son incluso hasta necesarios para que la humanidad siga progresando.







Pero es obvio que cualquier cambio crea incertidumbre. Y la mayor incertidumbre consiste en no saber que va a ocurrir, cual será la alternativa a este sistema ya gastado que se está quedando obsoleto. Qué solución tiene esta vez preparada la historia para encontrar alternativas que solucionen los problemas que están padeciendo miles de millones de personas en este planeta único y maravilloso.Pero la historia la escriben los hombres y, por tanto, cualquier cambio, cualquier nuevo camino a seguir es cosa de los hombres. Incluso el cambio climático,en esta ocasión, también está relacionado con las actividades del hombre.


Yo soy de los que piensan que la solución no será nueva, que la encontraremos si volvemos la vista atrás. La historia es un pozo sin fondo donde se ha ido acumulando todo lo bueno y todo lo malo de la humanidad desde que el primer hombre puso sus pies en este planeta. Y es por esa razón por lo que no deberíamos olvidarnos de la historia y sí deberíamos acudir a ella para rescatar lo bueno y tratar de no volver a repetir lo malo, que me temo gana por goleada. 









Ojalá que el próximo cambio no sea nada traumático como ha ocurrido casi siempre cuando cada cambio ha llevado implícito una guerra siempre cruel e innecesaria. Ojalá que por fin hayamos entendido que se puede vivir en este hermoso planeta sin guerras, sin odios, formando todos parte de un solo pueblo diverso y multicultural donde todos y cada uno aceptemos las diferencias como algo natural y enriquecedor, donde lo importante de verdad sea por fin el ser humano y no la ambición de riquezas y de poder sobre los demás. Ojalá.